domingo, 26 de abril de 2020

EL PODER SANADOR DE LOS CUENCOS TIBETANOS

Prácticamente todo en la Tierra tiene vibraciones. El planeta mismo vibra sin parar.

Todo tipo de materia compuesta por atomos que se encuentran en constante movimiento.

Según las leyes universales, el movimiento se manifiesta en todo el Universo; nada se encuentra en reposo; todo se mueve, vibra, y tiene ritmo.

El movimiento genera frecuencias, que luego produce sonido. La frecuencia del movimiento determina un sonido específico. Todos los organismos sin excepción en este planeta tienen vibración, también llamada energía, como el principal medio de comunicación.

Debido a que todos los organismos se encuentran hechos de ,moleculas y átomos, usted, yo y todo tipo de ente irradia energía, vibraciones, frecuencias.

Desde el punto de vista de todos los seres que estudian la mistica, el estado original de toda creación es la vibración.

Estamos constantemente vibrando, a nivel celular, por frecuencias de sonido. Las vibraciones sonoras influyen de manera importante sobre el funcionamiento humano, ya que el sonido impacta en nuestros sentimientos como ninguna otra fuente de entrada o expresión.

Si sabemos que la vibración trabaja sobre cada parte de nuestro ser físico, entonces entendemos que el sonido no influye sobre nuestros oídos sino que también lo hace a través de nuestros huesos, piel, básicamente a través de cada célula de nuestros cuerpos.

El sonido y la música pueden ser nutrientes para el sistema nervioso. El mecanismo auditivo es un portal para la mente y las herramientas sónicas tienen la capacidad de ayudar a mejorar la salud, el aprendizaje y la productividad.

La vibración física del sonido de un cuenco tibetano, proporciona una vía extraordinariamente armonizadora y poderosa para la meditación, el equilibrio y la transformación.

Debido a su naturaleza, los cuencos tibetanos, vibran por todas las células del cuerpo de una manera efectiva y sincronizada.

El objetivo en todas las actividades curativas, meditativas, espirituales y transformacionales es elevar la frecuencia vibratoria de una persone..
... y, por lo tanto, cambiar la frecuencia de una persona, restaurando el equilibrio, ya que las células tienen 2 modalidades: en crecimiento o en protección. Esto significa que el cuerpo al emitir frecuencias bajas como el miedo, causara un estado de cierre general y detendrán su desarrollo.

Por ejemplo al cultivar el amor, la empatía y la compasión, vibrara en un ambiente de positividad permitiendo el flujo energético por todas las celulas del cuerpo. Una terapia de cuencos tibetanos abrirá portales y allanara el camino para alcanzar estos estados.

El secreto de la vibración de un cuenco es su tremendo potencial de sanación y restauración lo que dará como resultado un cuerpo sin estancamientos energéticos y rejuvenecido. Gracias a que instrumentos como los cuencos tibetanos, o el gong, cubren el espectro completo del sonido, provocando vibraciones en todas las células, huesos y órganos.

En resumen los cuencos tibetanos son como un motor emisor de vibraciones, que afecta positivamente los meridianos del cuerpo.

Un maravilloso dato acerca de la audición es la asociación del oído con el nervio craneal neumogástrico, también conocido como el nervio vago, ya que se mueve por las cavidades torácicas y abdominales.

Regula las funciones de muchos órganos principales, entre ellos, el corazón, pulmones, estómago, riñones y el hígado. Originado desde el cerebro, se adhiere al tímpano externo e interno, los transportadores de vibraciones generadas por el sonido desde el oído, y termina el recorrido hacia abajo en el chakra raíz.

El sonido y las vibraciones resultantes generadas por los cuencos o de un gong ayudan a estimular frecuencias cerebrales theta. Las frecuencias theta son asociadas con estados profundos de meditación, provocando que las frecuencias respiratorias y cardíacas disminuyan, generando un efecto curativo favorable en todo el sistema del cuerpo.

A través de una sesión de cuencos tibetanos, se erradica el estrés y se realiza una restauración del equilibrio natural de nuestro cuerpo físico, mental y espiritual.

Todos nos podemos estancar en vibraciones negativas cuando no sentimos la presencia de nuestra alma y la unidad con el universo. El miedo, las falsas creencias, las mentiras, bloquean y obstaculizan nuestros centros energéticos. Cada bloqueo energético disminuirá nuestra frecuencia.

Elevar la frecuencia vibratoria, reduce los sentimientos poco saludables, pensamientos negativos y una salud física lenta. Cuando nos encontramos sanos, todo en nuestros cuerpos vibra en equilibrio y armonia. La enfermedad se produce cuando una parte de nuestro cuerpo, vibra en un ritmo diferente, fuera de armonía en comparación con el resto.

Cuando entramos en frecuencias positivas, el sonido y la vibración entran en la ecuación de curación mediante varias direcciones. Pueden dirigir al organismo humano hacia el equilibrio armónico, que se requiere para estar vibrante y regenerarse.

Cuando el cuerpo, se estanca en estados de baja frecuencia comúnmente resulta en enfermedades o desequilibrios mentales de diferentes grados. En este tipo de eventos, una fuente más fuerte y poderosa, como la vibración sonora de los gongs y los cuencos tibetanos, tiende a generar un campo vibratorio más alto y más fuerte.

Se sabe que los cuencos tibetanos con sus frecuencias sonoras abren canales internos, que canalizan una conexión con nuestro Ser superior.

En diversas religiones y tradiciones chamanicas a lo largo de la historia han descubierto, el método de transformación a la totalidad el cual empieza con un estado elevado de conciencia. Lo que sea que se te presente lo hará en respuesta a las vibraciones que emanas mediante los pensamientos que pasan por la mente.

Al final, todo en el universo tiene como un pilar importante la vibración. El Dr. Bruce Lipton, sugiere expandir la mente. Imagine cómo sería su vida si supiera que es más poderoso de lo que le han enseñado.

Estámos hechos de 50 billones de células. Y estas células son entidades vivientes. Lo que convierte nuestro cuerpo en una comunidad, y no en una sola persona y nuestra mente es el gobierno de estas 50 billones de células.

Estamos acostumbrados a tener la idea de que el ser humano meramente es un ser de materia física como una maquina productora de dinero u objetos. Pero esa idea es una ilusión. Porque lo que realmente somos, son olas de energia vibratoria que interactúa con todo en el universo.

Es por eso que una persona puede afectar positiva o negativamente a otra entrando en su campo vibratorio. Y probablemente se pregunte como nos podemos proteger? la protección a una intervención vibratoria se genera mediante la elevación de nuestra frecuencia vibratoria a través de pensamientos positivos, como se ha mencionado en anteriores videos los pensamientos son la energia mas fuerte que tenemos, y esto resultará en un campo energético que funcionara como un repelente para cualquier tipo de intervencion

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