— Tipos.
En el mercado es posible encontrar con facilidad más de
30 tipos diversos de péndulos, aunque las variaciones que se pueden
hallar superan los cuatro millares.
Internacionalmente existen, y con
tinuamente aparecen nuevas publicaciones, que sugieren construcciones de
nuevos y "revolucionarios" péndulos.
Recordemos que el péndulo también
entra en los así llamados "negocios", que suelen realizarse con
tantos elementos de la Radiestesia y la Radiónica.
A esta altura de
nuestra exposición, creo que ya quedó muy en claro que no es tan
importante el péndulo cuanto la capacidad de concentración y de
estabilidad emocional de la persona que lo utiliza. Nosotros somos el
instrumento radiestésico principal.
A los fines prácticos, sin duda, se
recurre al péndulo más adecuado. Por ejemplo, si debo trabajar con
esquemas de selección milimetrados o trazar líneas en un mapa, me
será mucho más útil un péndulo cilindrico terminado en una fina punta y
muy centrado, que un péndulo redondo y descentrado.
Pero hay detalles
que tienen su importancia y que sí influyen en los resultados, además de
la dimensión "afectiva" que para nosotros puede representar un
instrumento. Por ejemplo, si yo aprecio un péndulo por la forma, el
color y por los buenos resultados que me dio, ese péndulo tiene para
mí un "extra afectivo" que sí cuenta a la hora de los resultados.
— Materiales.
En general, no es conveniente que los péndulos sean de
metal, ya que al ser buenos conductores, sus vibraciones afectan la
exactitud de las prospecciones. Por ejemplo: el hierro es sensible a
los campos magnéticos y el cobre es muy vulnerable a las cargas
eléctricas, por pequeñas que ellas sean.
Una excepción a esto lo
constituirían el BRONCE (aleación de cobre y estaño o aluminio), dada la
efectividad que demuestra en la práctica, y los METALES DORADOS, ya
que el oro emite once reflejos de sí mismo y dichos reflejos, de por
sí, son buenos aislantes de las diversas interferencias.
Los
materiales óptimos para construir péndulos son las sustancias neutras
—o no conductoras— como el VIDRIO y la MADERA. Normalmente, entre las
sustancias neutras figura el PLÁSTICO. Al respecto, algunos
radiestesistas tenernos nuestras reservas, porque muchos péndulos de
plástico, a pesar de su notable presencia en el mercado, son
susceptibles de cargarse estáticamente, perdiendo así la necesaria
neutralidad.
— Formas.
Existen péndulos esféricos,
cilindricos, cónicos, tóricos (con forma de anillos), redondos, con
forma de botones, con forma de cigarros y de formas combinadas. Los
esféricos tienen la ventaja de que no los influye el viento; pero el
problema radica en que no detectan las variaciones de radiación
cuando no son cualitativamente muy notorias.
La forma más elegida es la
cilindrica, con PUNTA CÓNICA, por su exactitud. Existen péndulos
huecos, compuestos de dos partes que se desenroscan, para poder alojar
en su interior los testigos (un trocito del material que se desea
localizar).
Tienen la desventaja de que quedan impregnados con los
diversos testigos; por ejemplo, puedo depositar en el péndulo una
pepita de plata para sintonizar mejor objetos de plata; pero si antes
empleé oro como testigo y no desimpregné convenientemente el péndulo,
las radiaciones del oro pueden impedir que se detecte la plata.
Existen péndulos con anillas y palillos en el extremo del hilo o
cadenita. Ambos permiten sostener el péndulo colgado de la yema del
dedo índice o apoyado sobre los dedos índice y mayor, con la palma de
la mano hacia arriba.
Yves Rocard afirma que en esta posición de las
manos, el operador aumenta mucho su sensibilidad. He comprobado con la
práctica que, sosteniendo el péndulo con las manos hacia el cielo,
se incrementa la sensibilidad radiestésica y se evitan las
contracturas, porque la posición es cómoda.
Otro modo de beneficiarse
con esta postura se logra, a partir del péndulo que cuelga de entre
las yemas de los dedos índice y pulgar, si se gira la mano levemente
hasta que la palma que apunta hacia el piso señale hacia el cielo y el
hilo del péndulo pase por encima de la uña del dedo índice.
—
Colores.
Las bibliografías insisten con preferencia en el color ne
gro para los péndulos, incluido el hilo del que penden, porque posee una
energía vibratoria que limitaría mucho la posibilidad de interferencias
de otras energías.
Los péndulos de plástico suelen fabricarse de
color negro. Los de madera pueden teñirse de negro, utilizando tintas o
pinturas de ese color.
Desde la experiencia cotidiana de varios
radiestesistas, encontramos muy adecuado el péndulo y la cadena de
bronce con su color natural. Sin embargo, la mayoría de las cadenitas
que denominamos de bronce, son de hierro con un baño superficial de
bronce. Esto puede comprobarse fácilmente porque resultan atraídas por
los imanes.
— Pesos y tamaños.
El peso y el tamaño se los
sugerirá la práctica y tienen mucha relación con la comodidad del
radiestesista. Se sugieren péndulos de unos 35 gramos para los
radiestesistas expertos y de 80 gramos para los principiantes.
Sin
embargo, el término medio oscila entre los 35 y los 50 gramos. En
general, para iniciarse, conviene emplear péndulos de mayor peso porque
reaccionan más rápidamente.
Cuando ya se tiene entrenamiento, los
péndulos livianos son cómodos y aptos para trabajar en interiores y
los más pesados en los exteriores, porque no los afecta tanto el
viento.
domingo, 7 de junio de 2020
PENDULOS TIPOS, MATERIALES, FORMAS, COLORES, PESOS Y TAMAÑOS...
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