La infusión de té es una bebida originaria de China
donde se ha utilizado tradicionalmente como hierba medicinal desde hace
más de 5.000 años.
Actualmente es la bebida más consumida en el mundo
después del agua.
El té se obtiene de las hojas, gemas y brotes de la planta Camellia sinensis.
Dependiendo del tipo de manipulación que recibe después de la
recolección se obtienen tres tipos de té, diferentes en sabor, color y
composición.
En el caso del té verde, las hojas son estabilizadas
mediante vapor de agua a presión, enrolladas y secadas, evitando la
oxidación y deteniendo la fermentación. A diferencia del té oolong i el
té negro que se dejan fermentar.
El té verde se consume principalmente en China, Japón y
otros países asiáticos, mientras que el té negro es muy popular en
Europa y Norte-América.
Tradicionalmente el té se ha utilizado para el agotamiento físico y
mental, la astenia, la diarrea y la obesidad. Actualmente se relaciona
el consumo de té con la prevención de enfermedades crónicas
como el cáncer, la obesidad, la diabetes, las
enfermedades cardiovasculares y los trastornos neurodegenerativos,
gracias a su acción antioxidante.
El te es rico en polifenoles, entre los cuales
destaca la epigalocatequina-3-galato (EGCG), que es el componente que se
encuentra en más cantidad, el que tiene más potencial antioxidante y al que se le atribuyen la mayoría de los efectos beneficiosos del té.
El té verde y la obesidad
Los estudios publicados muestran como tomar té verde cada día, ya
sea en forma de infusión o bien en extracto, mejora la composición
corporal reduciendo la grasa corporal total, grasa abdominal, perímetro
de la cintura y peso corporal. I no solo hay estudios sobre la
pérdida de peso sino también en el mantenimiento del peso perdido.
Cabe destacar también que la suplementación con extracto de té verde
disminuye los niveles de colesterol LDL y de triglicéridos en sangre y
la progresión de la aterosclerosis, factores de riesgo de
enfermedad cardiovascular muy ligados al exceso de peso.
La cafeína
Los tres tipos de té contienen cafeína, una sustancia con efectos positivos sobre el estado de alerta y la concentración.
El máximo efecto estimulante del té como infusión se consigue
dejando la hierba en contacto con el agua durante poco tiempo, ya que la
cafeína se disuelve rápidamente en agua caliente.
La infusión más
prolongada aumenta la extracción de otros componentes como los taninos
que se unen a la cafeína dificultando su absorción. Por otro lado, los
taninos le dan al té un sabor amargo y son astringentes, si bebes mucho
té ¡cuidado con el estreñimiento!
Hay que tener en cuenta que la cantidad de polifenoles y cafeína en
una taza de infusión de té varia en función del estado de la planta en
el momento de la recolección, la cantidad de té utilizado, la
temperatura del agua y como ya hemos visto, del tiempo de infusión.
Los extractos de té son mucho más concentrados y cuando son
estandarizados garantizan una determinada contenido en principios
activos.
Fuente: Anna Paré
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