Divinidad que hay en mí, amado Padre – Madre, Dios, amorosamente te
pido me ayudes a borrar todas las memorias tóxicas, dolorosas que hay en
mí, en mis células, que son las que impiden que yo sea libre, ya que el
dolor es tan grande, por no poderme ver como Tú me ves, como tú me
creaste, un alma pura y libre.
Te pido con todo mi amor, que vuelva a
sonreír, a ser espontáneo, que la frescura de mi sonrisa vuelva para
que se manifieste en mis acciones.
Sé que al recuperarme a mi mismo, recupero la alegría por la vida.
Sé
que me he fragmentado en miles de versiones que no soy, para agradar a
los demás, para sentirme valorado, para sentirme aceptado, reconocido,
amado….
Te pido que abras mi corazón, para que mi Yo adulto sepa
cuidar a mí Yo más joven, a mi niño, que necesita ser escuchado,
cuidado, amado, protegido, respetado, valorado…
Sé que con la Fuerza de Ti, Amada Divinidad, será posible que por fin, me pueda integrar con dulzura y suavidad para siempre.
Sé que todos tenemos un niño que esta buscando desesperadamente cubrir
sus necesidades, para manifestar en este plano la felicidad, la plenitud
y sobre todo la libertad.
Gracias por haber escuchado mi plegaria y todo está dado y concedido.
Amén.
Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse
contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir
con todas sus fuerzas aquéllo que desea.
sábado, 30 de mayo de 2020
ORACION PARA EL NIÑO INTERIOR
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